domingo, 27 de diciembre de 2009

He encontrado el secreto de tus ojos - Aldo Pellegrini

Mírame
busco en el fondo del pozo la cantárida dorada
y para salvar a la noche asesino a los noctámbulos
mírame hasta el agotamiento de las fuentes
donde el temblor se deshace
en la inmovilidad de tus ojos
¿desde qué día señalado por la ausencia de horas
has dejado de creer en la noche?
el amor es una forma de la maduración de los ríos
es un pasatiempo vertiginoso al borde del abismo
y tú has comenzado a caminar por la cuerda de mis sueños
a embellecer la muerte de los pasos.

Para que sólo tu luz me ilumine
ordena que hoy sea el último día
ordena que se derrumben las alturas
arranca la blanca mancha del sol
de otros ojos extraños que pasan.

Mírame
mírame en la luz de un universo sin mundos
en la luz de esa aurora feroz
mírame con tus dientes
y a través de la espuma
de océanos interminables que nos acechan.

sábado, 19 de diciembre de 2009

"Pedro Páramo" (VII - final) Juan Rulfo

Había una luna grande en medio del mundo. Se me perdían los ojos mirándote. Los rayos de la luna filtrándose sobre tu cara. No me cansaba de ver esa aparición que eras tú. Suave, restregada de luna; tu boca abullonada, humedecida, irisada de estrellas; tu cuerpo transparentándose en el agua de la noche.

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Josefina Aguilar

La búsqueda

Jose, querida amiga, te quiero tanto y te lo digo tan poco...

Te busqué entre las grietas
azules de los témpanos.
Y en los campos de sol.

Entre las nubes grises
necesitaba cielo.
Y en la inmensa intemperie
de mis largos caminos,
soñaba la tibieza
del calor de un umbral.

Tratando de encontrarte
observé, repetidas,
las sombras de mi sombra
en todos los espejos.

¿Fuegos fatuos ? Algunos.
Y enormes laberintos.
Pero también estaban
las miradas celestes
y nuevas golondrinas
volviendo en cada agosto.

Y creyendo encontrarte,
acabé descubriendo
la ignorada y oculta
certeza de mis manos.

viernes, 18 de diciembre de 2009

A batallas de amor, campos de pluma - Jenaro Talens

(a la manera de R. D. Laing)

Ella

No le gustaron nunca los encuentros furtivos,
con jóvenes muchachas de alquiler,
de modo que inventó una amante mecánica.
Podía encenderla y apagarla.
Con ella se sentía relajado y feliz.
Colocaba un espejo sobre el rostro,
y la besaba sin cesar, con furia,
penetrando el abismo de su alteridad.
Su cuerpo era de plástico,
con una piel suave no del todo insincera.
Sólo su voz metálica anunciaba la monotonía.
En noches como ésta solía sonreír
y él la abrazaba con desenvoltura
manteniendo, no obstante, una cierta distancia
para evitar el riesgo de la dependencia.
La había construido con toda precisión
y también él, por tanto, podría destruirla
caso de no cumplir con sus obligaciones
(por ejemplo decirle con ternura
"bienvenido al hogar; heme aquí, tuya soy",
o anotar las llamadas del teléfono).
Una tarde de marzo, discutiendo con ella,
le rompió el corazón en mil pedazos.
Nunca encontró la pieza de repuesto.
y ahora que ya no está, mira el muro vacío,
los objetos de mimbre que tanto le gustaran,
sus huellas imprecisas sobre el aparador.
Siente un olor difuso, melancólico.

Él

No me gustaron nunca sus encuentros furtivos
con jóvenes muchachas de alquiler,
ni entendí el modo en que trató de amarme.
El poder de apagarme y encenderme
fue levantando un muro entre nosotros,
frágil como la brisa junto al mar.
Nunca fue su mecánica nada importante para mí.
Me colocaba espejos sobre el rostro,
y me besaba sin cesar, con furia,
lanzándome al abismo de su alteridad.
Mi cuerpo era de plástico en sus manos,
y yo sentí mi piel como una sábana
hecha de desencuentros y monotonía.
En noches como ésta solía sonreír
y él me abrazaba con desenvoltura
manteniendo, no obstante, una distancia
para evitar el riesgo de depender de mí.
Me había imaginado con tanta precisión
que también él podría destruirme
caso de no cumplir con mis obligaciones
(por ejemplo decirle con ternura
"bienvenido al hogar; heme aquí, tuya soy",
o anotar las llamadas del teléfono ).
Una tarde de marzo, (ya he olvidado por qué),
me rompió el corazón en mil pedazos.
Nunca encontró la pieza de repuesto.
y ahora que ya no estoy, me siento frente a él,
lo miro absorta cómo me contempla,
cómo busca mi cuerpo en la pared vacía,
en objetos de mimbre donde nunca estaré,
cómo reconstruye mis huellas sobre el aparador.
Siento un olor difuso, melancólico.

Ella

A tus soledades voy,
de mis soledades vengo.
Como una imagen sin ningún volumen,
sigo las huellas que la noche borra
sobre la arena del desierto.
Para saber el dónde por quien somos
sólo dispongo de este cuerpo.
No soy presencia que te cubre, sé
la paradoja de ofrecer sin pausa
el espesor de un mundo que no tengo.
No eres presencia que me cubra. Mírame:
no ser sino un lugar para el encuentro
no nos hace un nosotros, sólo dice
cómo el camino es largo y tortuoso
y que una primavera nacerá
de las cenizas del invierno.

http://amediavoz.com/

jueves, 26 de noviembre de 2009

Pedro Páramo (fragmento) Juan Rulfo

...Pensaba en tí, Susana. En las lomas verdes. Cuando volábamos papalotes en la época del aire. Oíamos allá abajo el rumor viviente del pueblo mientras estábamos encima de él, arriba de la loma, en tanto se nos iba el hilo de cáñamo arrastrado por el viento. "Ayúdame, Susana." Y unas manos suaves se apretaban a nuestras manos. "Suelta más hilo."
"El aire nos hacía reír; juntaba la irada de nuestros ojos, mientras el hilo corría entre los dedos detrás del viento, hasta que se rompía con un leve crujido como si hubiera sido trozado por las alas de un pájaro. Y allá arriba, el pájaro de papel caía en maromas arrastrando su cola de hilacho, perdiéndose en el verdor de la tierra"
"Tus labios estaban mojados como si los hubiera besado el rocío".


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martes, 24 de noviembre de 2009

"Piedras abajo" Mario Capasso

Cae la llovizna y el hombre, que ya ni repara en ella, apostado en la terraza, con el cuerpo levemente inclinado hacia la derecha, apunta con su arma a uno de los que ahí abajo, en la calle, no se queda quieto ni un momento y coloca una piedra tras otra. Si al menos se detuviera un instante, si cualquiera de ellos se detuviera un instante, se ilusiona el hombre del arma, que sacude la cabeza para desprenderse de las gotitas y que enseguida se pregunta si él entonces tendría el valor o la suerte de disparar. ¿Y si tuviera alguna de esas cosas? ¿Y si además acertara con el tiro justo y derribara a alguno por la vía de un balazo en la frente? ¿Qué pasaría entonces? ¿Qué harían los otros? Los otros, sí, los que no ha podido contar de tan iguales y construyen ese empedrado bajo la llovizna que no cesa y el cielo que nunca aclara. Confusamente reconoce no saberlo, el hombre del arma apunta y no acierta con las respuestas, y tampoco sabe, o no lo recuerda ahora, cuándo fue que empezó todo, y todo es este presente en el que los de "la cuadrilla", como él llama al grupo, van colocando una piedra y luego otra y otra más...

lunes, 9 de noviembre de 2009

"Edith Piaf ha muerto en la lluvia" Isidoro Blaistein

Nada más que su voz de costurera sola
de mendigo golpeando en una estrella.
Nada más que su voz y una violeta pisoteada
mojándose en la calle.

Nada más que su voz y una luna de cartón y cabaret llorando
gastadas lágrimas de glicerina
mientras un hijo muere y se caen las lágrimas
como harapos al borde de violines.

Nada más que su voz que un arlequín escucha
en un gran hospital abandonado
mientras quizás la nieve
un bulevar
la cárcel
digan que también la conocieron.

Quizás hacia las dos de la mañana
cuando bajan los ojos las cortinas
una puta, un solterón, un saltimbanqui
alguien que alguna vez miró bajo los puentes
alguien que alguna vez lloró bajo la lluvia
digan que también la conocieron.

Murió a la hora en que los solitarios
caminan agachados
doblan la vida como un diario
la guardan bajo el brazo.

Esa mañana
Buenos Aires amaneció lleno de lluvia.

Junto a las hojas muertas
un gorrión se moría de alas a la calle.

de "Sucedió en la lluvia"






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lunes, 2 de noviembre de 2009

"El último encuentro" (párrafo) Sandor Márai


...La soledad también es un estado muy peculiar... a veces se presenta como una selva, llena de peligros y de sorpresas. Conozco todas sus variantes. El aburrimiento que en vano intentas hacer desaparecer con la ayuda de un orden de vida organizado de manera artificial. Las crisis repentinas, inesperadas. La soledad es un lugar lleno de secretos, como la selva —repite con insistencia—. Uno vive bajo un orden severo, y de repente, se vuelve loco, como tus malayos. Nos rodea un montón de habitaciones, de títulos y de rangos, un orden vital meticuloso y exacto. Y un día lo dejamos todo y echamos a correr, como en un ataque de amok, con un arma en la mano o sin ella... y sin arma es quizás más peligroso. Empieza una carrera por el mundo, con los ojos fijos en la nada; los compañeros, los amigos de antes se apartan de nuestro camino. Nos acercamos a la gran ciudad, pagamos a algunas mujeres, todo estalla a nuestro alrededor, buscamos y encontramos pelea en todas partes. Y como te digo, esto no es lo peor. Puede que nos quedemos tirados por el camino, como un perro sarnoso. Puede que nos estrellemos contra un muro, que choquemos con los miles de obstáculos que nos presenta la vida, puede que nos rompamos los huesos. Lo peor es cuando intentamos ahogar dentro de nosotros las emociones que la soledad ha generado en nuestra alma. Cuando no echamos a correr. Cuando no intentamos matar a nadie. ¿Qué hacemos entonces? Vivir, esperar, mantener el orden a nuestro alrededor. Vivir respetando un rito pagano y mundano... como un monje... aunque los monjes lo tienen más fácil, porque tienen fe. Las personas que entregan su alma y su destino a la soledad no tienen fe. Sólo esperan. Esperan el día o la hora en que puedan dilucidar todo lo que les ha conducido a la soledad con las personas que son responsables de ello. Un hombre así se prepara para ese momento durante diez años, durante cuarenta, cuarenta y uno, para ser exactos, como los héroes de un duelo se preparan para el desafío. Dejan todo ordenado en su vida, para no tener deudas con nadie, en caso de que los maten en el duelo. Se entrenan cada día, como si fueran profesionales. Pero ¿con qué se puede entrenar un hombre solitario? Con sus propios recuerdos, para que la soledad y el tiempo transcurrido no le permitan perdonar nada en su alma ni en su corazón. Porque hay un duelo en la vida, librado sin sable ni espada, para el cual merece la pena prepararse bien. El duelo más peligroso. Un día llegará sin que lo llamemos...

Gracias villo Argumanez


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viernes, 23 de octubre de 2009

"el callejón de los milagros" (fragmento) Naguib Mahfuz

...Su rostro blanco y rosa despedía una luz alegre y la barba rubicunda lo envolvía de un halo lunar. En contraste con la solidez de su calma, todo el entorno daba la impresión de ajetreo e inquietud. La pureza y limpidez de su mirada hablaba de fé, bondad, amor y desinterés. Podría argüirse que después de su fracaso en la universidad se vio forzado a renunciar a los honores y que perdió la esperanza en lo perecedero de este mundo. Después de ver morir a todos sus hijos, no había tenido más remedio que compensar su penosa pérdida refugiándose en el reino del amor y la generosidad para cobrar ascendiente sobre el corazón del prójimo. Pero el mundo está lleno de desgraciados como él. ¿Y cuántos han hecho lo mismo? ¿cuántos se han hundido en la locura? ¿Y cuantos vuelcan la copa de su rencor contra cielos y tierra?.
Fuera cual fuere el secreto drama de su alma, su sinceridad era indudable. Era sincero en su fé, en su amor y en su generosidad. En cambio, resultaba extraño que hombre de bondad y generosidad tan reputada (y su reputación había llegado muy lejos) se comportara con tanta dureza y brusquedad, con tanta aspereza y grosería en su propia casa. Se dirá, sin duda, que obligado a renunciar al poder real en el mundo, lo ejercía sobre el único ser sometido a su voluntad, su esposa. Que compensaba su avidez insatisfecha mostrándose duro con ella. Pero hay que tener en cuenta las circunstancias de su medio social y de su época, las costumbres y la filosofía que regían, en su ambiente, la condición femenina. La mayoría de las personas de la clase social a la que pertenecía Husaini creía que a la mujer había que tratarla como a una niña, que esta era la única manera de hacerla feliz. Y lo cierto era que su esposa era la primera en estar convencida de que no tenía motivo de queja: estaba muy orgullosa de su marido y se consideraba una esposa feliz...


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miércoles, 21 de octubre de 2009

"Fábricas de amor" Juan Gelman

Y construí tu rostro.
Con adivinaciones del amor, construía tu rostro
en los lejanos patios de la infancia.
Albañil con vergüenza,
yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,
para darte la voz,
para poner dulzura en tu saliva.
Cuántas veces temblé
apenas si cubierto por la luz del verano
mientras te describía por mi sangre.
Pura mía,
estás hecha de cuántas estaciones
y tu gracia desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de besos contra la soledad
hunde tus pasos en el polvo.
Yo te oficié, te recité por los caminos,
escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra,
te hice un sitio en mi lecho,
te amé, estela invisible, noche a noche.
Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
antes de oír un solo sonido de tu alma.

jueves, 15 de octubre de 2009

"Sombra" Enrique Banchs

Si la muerte es final, total olvido,
el alma, en ese sueño no sentido,
nada es, pues no sabe que ha vivido;
nada, pues de sí misma está vacía.

O, acaso, sombra es de lo que ha sido,
y en vena vana hay eco de un latido
y oye caer en ilusorio oído
hojas secas de extinta melodía.

Sombra. Sombra de todo lo perdido,
reflejo que por siempre ha recogido
fugaz amor e instante de agonía,

y por siempre, en el Tiempo detenido,
sueña que es cierto su vivir mentido
porque espera la muerte todavía.

www.escribirte.com.ar

"Por detrás de ti te busco" Pedro Salinas

Por detrás de ti te busco...
Si, por detrás de las gentes
te busco.
No en tu nombre, si lo dicen,
no en tu imagen, si la pintan.
Detrás, detrás, más allá.

Por detrás de ti te busco.
No en tu espejo, no en tu letra,
ni en tu alma.
Detrás, más allá.

Tambien detrás, mas atrás,
de mí te busco, No eres
lo que yo siento de ti.
No eres
lo que me está palpitando
con sangre mía en las venas,
sin ser yo.
Detrás, más allá te busco.

Por encontrarte, dejar
de vivir en ti, y en mi,
y en los otros.
Vivir ya detrás de todo,
al otro lado de todo
-por encontrarte-,
como si fuese morir.

Agradezco a Taso Perticus

martes, 13 de octubre de 2009

"Paranoia" Mauro Morgan

Y siguen las voces
las figuras después
de la mansalva.
Me persiguen las cosas cotidianas
y huyo por el camino más estrecho.
La guarida de mi memoria
se espanta de lo que somos:
una aritmética nula de lo que
queda de un hombre.

Escuchar audio: [audio="http://www.ivoox.com/mauro-morgan_md_159815_1.mp3"] Descargar mp3

sábado, 10 de octubre de 2009

"Llamado por los malos poetas" Rodolfo Fogwill

Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas
malos. Dos, cien, mil malos poetas
se necesitan más para que estallen
las diez mil flores del poema.

Que en ellos viva la poesía,
la innecesaria, la fútil, la sutil
poesía imprescindible. O la in-
versa: la poesía necesaria,
la prescindible para vivir.

Que florezcan diez maos en el pantano
y en la barranca un Ele, un Juan,
un Gelman como elefante entero de cristal roto,
o un Rojas roto, mendigando
a la Reina de España.

(Ahora España ha vuelto a ser un reino y tiene Reina,
y Rey del reino. España es un tablero
de alfiles politizados y peones
recién comidos: a la derecha, negros, paralizados, fuera del juego).

Y aquí hay torres de goma, alfiles
politizados y damas policiales
vigilando la casa.

A la caza del hombre,
por hambre, corren todos, saltan
de la cuadrícula y son comidos.

Todo eso abunda: faltan los poetas,
los mil, los diez mil malos, cada uno
armado con su libro de mierda. Faltan,
sus ensayitos y sus novela en preparación.
Ah.. y los curricola,
y sus diez mil applys nos faltan.

No es la muerte del hombre, es una gran ausencia
humana de malos poetas. Que florezcan
cien millones de tentativas abortadas,
relecturas, incordios,
folios de cartulina, ilustraciones
de gente amiga, cenas
con gente amiga, exégesis, escolios,
tiempo perdido como todo.

Se necesitan poetas gay, poetas
lesbianas, poetas
consagrados a la cuestión del género,
poetas que canten al hambre, al hombre,
al nombre de su barrio, al arte y a la industria,
a la estabilidad de las instituciones,
a la mancha de ozono, al agujero
de la revolución, al tajo agrio
de las mujeres, al latido
inaudible del pentium y a la guerra
entendida como continuidad de la política,
del comercio, del ocio de escribir.

Se necesitan Betos, Titos, Carlos
que escriban poemas. Alejandras y Marthas
que escriban. Nombres para poetas,
anagramas, seudónimos y contraseñas
para el chat room del verso se necesitan.

Una poesía aquí del cirujeo en la veredas.
Una poesía aquí de la mendicidad en las instituciones.
Una poesía de los salones de lectura de versos.

Una poesía por las calles (venid a ver
los versos por las calles...)

Una poesía cosmopolita (subid a ver
los versos por la web...).

Una poesía del amor aggiornado (bajad a ver
poesía en el pesebre del amor...)

Una poesía explosiva: etarra, ética,
poéticamente equivocada.

En los papeles, en los canales
culturales de cable, en las pantallas
y en los monitores, en las antologías y en revistas
y en libros y en emisiones clandestinas
de frecuencia modulada se buscan
poetas y más malos poetas: grandes poetas
celebrados pequeños,
poetas notorios, plumas iluminadas,
hombres nimios, miméticos,
deteriorados por el alcohol,
descerebrados por la droga,
hipnotizados por el sexo i
diotizados por el rock,
odiados, amados por la gente aquí.

En las habitaciones se buscan.
En un bar, en los flippers,
en los minutos de descanso de la oficina,
entre dos clases de gramática,
en clase media, en barrios
vigilados se buscan.

¿Habrá en la tropa?
¿En los balnearios, en los baños
públicos que han comenzado a construir?
¿En los certámenes de versos?
¿En los torneos de minifútbol?
¿Bajo el sol quieto?
¿A solas con su lengua?
¿A solas con una idea repetitiva?
¿Con gente?
¿Sin amor?

No es el fin de la historia,
es el comienzo de la histeria lingual.

Todo comienza y nace de una necesidad fraguada en la lengua.
Falsifiquemos el deseo:
Te necesito nene.
Para empezar te necesito.
Para necesitar, te pido
ese minuto de poesía que necesito, necio:
quisiera ver si me devuelves el ritmo de un mal poema,
que me acarices con sus ripios,
que me turbes la mente con otra idea banal,
y que me bañes todo con la trivialidad del medio.

Y en medio del camino, en el comienzo
de la comedia terrenal, quiero vivir
la necedad y la necesidad
de un sentimiento falso.

Se necesitan nuevos sentimientos,
nuevos pensamientos imbéciles, nuevas
propuestas para el cambio, causas
para temer,
para tener, aquí en el sur.

Y arriba España es un panal
de hormigas orientales:
rumanas, tunecinos,
suecas a la sombra de un Rey.

Riámonos del Rey.
De su fealdad.
De su fatalidad.
De Su Graciosa Realidad.
La realidad es un ensueño compartido.
La realidad de España
es su filosa lengua pronunciando la eñe
y su mojada espada pronunciando el orden
del capital y la sintaxis.

¡Ay, lengua:
aparta de mí este cuerno de la prosperidad clavado en tu ingle,
suturada de chips, y cubre
nuestras heridas con el bálsamo de los malos poemas..!

www.fogwill.com.ar

Susan Sontang (1933-2004): de su diario

(31-12-1958)
...Escribir un diario. Es superficial entender el diario íntimo apenas como receptáculo de los pensamientos privados, secretos, algo así como un confidente sordo, mudo y analfabeto. Escribiendo el diario no solamente me expreso más abiertamente que con cualquier persona, sino que me creo a mí misma...
...El diario es un vehículo para mi sentido de personalidad. El me presenta como alguien emocional y espiritualmente independiente. Por lo tanto (¡ay de mí!) no se limita a registrar mi vida cotidiana, mi vida real. Me ofrece, en cambio —en muchos casos— una alternativa a esa vida...
...Siempre hay una contradicción entre el significado de nuestros actos hacia una persona y lo que, en el diario, decimos sentir hacia ella. Pero eso no significa que lo que hacemos sea superficial y sólo lo que nos confesamos a nosotros mismos sea profundo. Las confesiones (me refiero, desde luego, a las confesiones sinceras) suelen ser más superficiales que las acciones...
...Una de las principales funciones (sociales) de un diario personal es esa: ser leído furtivamente por otras personas, las personas (por ejemplo, padres y amantes) sobre quienes uno se ha expresado con cruel sinceridad en el diario...
...Escribir. Es inmoral escribir con la intención de moralizar, de elevar las pautas morales de la gente...
(08-08- 60)
...Amar duele. Es como entregarse a ser desollado y saber que en cualquier momento la otra persona podría irse llevándose tu piel...
(09-12-61)
...El miedo a envejecer nace del reconocimiento de que uno no está viviendo la vida que desea. Es equivalente a la sensación de estar usando mal el presente...
...Escribo para definirme —un acto de autocreación — parte del proceso de llegar a ser — en un diálogo conmigo misma, con escritores que admiro, vivos y muertos, con lectores ideales...
(27-07-64)
...Arte = una manera de entrar en contacto con la propia locura. Mi necesidad de librarme de ella, una vez atrapada. Un original recién escrito, en el momento mismo en que se lo completa, empieza a oler mal. Es un cuerpo muerto; debe ser enterrado, embalsamado en la imprenta. Yo corro a poner en el correo el manuscrito en el momento mismo en que lo termino, aunque sean las cuatro de la mañana...
...El peor de los crímenes: juzgar...
(17-09-65)
...Sartre: "Cuando las opiniones de la gente son tan diferentes ¿cómo pueden ir juntos ni siquiera a ver una película?"...
...Beauvoir: "Sonreírles por igual a opositores y amigos equivale a rebajar nuestros compromisos a la condición de meras opiniones, y todos los intelectuales, ya sean de Izquierda o de Derecha, a su común condición burguesa."...
(mediados de noviembre/65)...Mailer dice que quiere que su escritura cambie la conciencia de su tiempo. También lo quería D. H. L(awrence), obviamente. Yo no quiero eso de mi escritura; al menos no en función de determinado punto de vista, visión o mensaje que yo trate de transmitir. Yo no pretendo eso. Los textos son objetos. Quiero que afecten a los lectores, pero de todas las maneras posibles. No hay una sola manera correcta de experimentar lo que he escrito. No estoy "diciendo algo"; estoy permitiendo que "algo" tenga una voz, una existencia independiente (una existencia independiente de mí)...
(04-01-66)
...Los únicos pensamientos que tengo que parecen ser "verdaderos" son los pensamientos sobre el pensamiento (y el sentimiento): sus contornos, su metodología, sus dilemas Los pensamientos sobre cómo las cosas están "en el mundo" (estimaciones de personas, arte, ideas políticas) no siguen siendo persuasivos durante mucho tiempo. ¡Uno vuelve a mirar esa realidad...
(01-06-66)
...Una de mis emociones más fuertes y más cabalmente empleadas: el desprecio. Desprecio por los otros, desprecio por mí misma.
Soy impaciente (y desdeñosa) frente a las personas que no saben cómo protegerse, como defenderse. Mi mente = King Kong. Es agresiva, rompo todo en pedazos. Yo lo mantengo encerrado la mayor parte del tiempo; y me muerdo las uñas...

Traducción de Ofelia Castillo
Fuente: Revista eñe Clarin 03-02-07

martes, 6 de octubre de 2009

"Libro del desasosiego" (Cap.18) Bernardo Soares (Fernando Pessoa)

Todo se me evapora. Mi vida entera, mis recuerdos, mi imaginación y lo que contiene, mi personalidad, todo se me evapora. Continuamente siento que he sido otro, que he sentido otro, que he pensado otro. Aquello a lo que asisto es un espectáculo con otro escenario. Y aquello a lo que asisto soy yo.
Encuentro a veces, en la confusión vacía de mis gavetas literarias, papeles escritos por mi hace diez años, hace quince años, hace quizá más años. Y muchos de ellos me parecen de un extraño; me desreconozco en ellos. Hubo quien los escribió, y fui yo. Los sentí yo, pero fue como en otra vida, de la que hubiese despertado como de un sueño ajeno.
Es frecuente que encuentre cosas escritas por mí cuando todavía era muy joven, fragmentos de los diecisiete años, fragmentos de los veinte años. Y algunos tienen un poder de expresión que no recuerdo poder haber tenido en aquel tiempo de mi vida. Hay en ciertas frases, en varios períodos, de cosas escritas a pocos pasos de mi adolescencia, que me parecen producto de tal cual soy ahora, educado por años y por cosas. Reconozco que no soy el mismo que era. Y, habiendo sentido que me encuentro hoy en un progreso grande de lo que he sido, pregunto dónde está el progreso si entonces era el mismo que soy ahora.
Hay en esto un misterio que me desvirtúa y me oprime.
Hace unos días sufrí una impresión espantosa con un breve escrito de mi pasado. Recuerdo perfectamente que mi escrúpulo, por lo menos relativo, por el lenguaje data de hace pocos años. Encontré en una gaveta un escrito mío, mucho más antiguo, en que ese mismo escrúpulo estaba fuertemente acentuado. No me comprendí en el pasado positivamente. ¿Cómo he avanzado hacia lo que ya era? ¿Cómo me he conocido hoy lo que me desconocí ayer? Y todo se me confunde en un laberinto donde, conmigo, me extravío de mí.
Devaneo con el pensamiento, y estoy seguro de que esto que escribo ya lo he escrito. Lo recuerdo. Y pregunto al que en mí presume de ser si no habrá en el platonismo de las sensaciones otra anamnesis más inclinada, otro recuerdo de una vida anterior que apenas sea de esta vida...
Dios mío, Dios mío, ¿a quién asisto? ¿Cuántos soy? ¿Quién es yo? ¿Qué es este intervalo que hay entre mí y mí?
Traducción Angel Crespo

martes, 29 de septiembre de 2009

Sebastián Abad

fósil

El lado inverso de mi pie
¿es la huella?
¿es la tierra entera?
¿Cómo me pararé sobres estas patas
sobre estas huellas secas
para volver a ser
para entender de nuevo
para vencer la humillación sutil
de un mundo de ventanas cerradas
y de autos veloces para siempre

Poemas del desdibuje

domingo, 27 de septiembre de 2009

"Terrible circularidad de la palabra sin el obstáculo de la carne" (fragmento) María Garro

...Sé que me merodeó durante toda la noche. Buscaba algo de mí. Quizás mi rostro, o mis manos para que lo curara. No tenía nada para él. No lo quería, era un extraño, no lo quería amigo. Mi crisálida me guardaba bien. La oscuridad me protegía de sus ojos seguramente acuosos, acuosos como el mar. Estaría amaneciendo y ya no podía dormir. La culpa volvió a iluminar mis pasos.
Desde que me habían secuestrado, en lo más recóndito de mi ser, pensaba que me lo merecía. Cada golpe lo aguanté con fuerza, no con dignidad, porque sabía que había algo que estaba mal: mi soberbia. Esa espantosa tranquilidad -me espantaba a mí- con la que encaraba la vida cotidiana, como si estuviera de vuelta de un camino inexistente o nunca abierto. El último tiempo mis días se habían transformado en una serie de actos cobardes. No emprendía nada para no fracasar, no decía nada para que no se me malinterpretara, no mostraba mi cuerpo para que nadie lo incendiase. Me había enojado en serio. Me había parado en la punta del monte nietzscheano y criticaba, -siempre en silencio-, los consabidos defectos de la humanidad.
Cuándo empezó ésto? Podría pensar en la vejez, pero no deseaba la juventud, ni su inocencia, ni su alegría, ni la piel sin arrugas. No competía con mis hijas porque sus novios eran muy jóvenes. No quería niños chicos.
Sí quería amor pero no sabía cómo. Estaba segura -aunque no lo sentía en la sangre ahora- que el amor hace ver todo diferente. Amaba saber, amaba enseñar, pero a esas dos cosas les faltaba un hilo conductor, un hilo a tierra, o un hilo al cielo.
Me revolvía en mi cucha. Encima este tipo hablaba alemán. Porque quizás yo hubiera querido hablar con él sobre el dolor en la boca y en las costillas, de la dictadura y sus secuelas. También, si él no era de esos pensadores políticos -era muy probable-, le contaría como una aventura cómo me subieron al auto, como me golpearon. Oh, sí hasta nos habríamos reído de la equivocación. ¡¡Miriam Aguirre!!, ¡¡qué carajo hiciste con ese oro!! Pero no estaba para comunicarme con él.
Hacía mucho que la gente me parecía extraña. Cada vez me consideraba más un bicho raro, fuera de este mundo, incomprendida, alejada de sus pares, de otra raza, de otra especie, de otro planeta...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La sombra de mis árboles - Josefina Aguilar

Segura de mi andar despreocupado,
creí que bastaba vivir para hacer míos
el alivio de los árboles y los claroscuros del parral.

Que la algarabía de los pájaros, siempre,
perseguiría la inocencia de mi paso.

Que el insistente sol en los postigos
nunca dejaba de mitigar la oscuridad.

Que el aroma del pan tostado por otras manos,
infaltable, despertaría mis mañanas
como preludio de comienzo.

Que todo estaba quieto; aun en los afectos.

Hoy amaso mi pan y construyo, día a día,
la sombra de mis árboles.
Alimento a los pájaros que quiero ver volar
bajo los claroscuros de este parral nuevo
y descubro que,
hasta la quietud del agua que me refleja,
inexorable, cotidiana, cada vez diferente,
también depende de mí.

martes, 15 de septiembre de 2009

Ella - Villo Argumanez

me ha pedido que con otra letra
nueva tinta
y una solícita entrega a la libertad
no la nombre
tantas veces estuvieron desconocidos órganos invitados
sus dueños y sus tarjetas
perros de baba mordiendo los muslos
y una sonrisa roja de muerte quebrando la frágil entraña
la atrevida mujer
la que lloraba
sobre sábanas de novelas y letras fugitivas
si los hombres dolierais un poco menos
si el sabor a puro de contrabando no dejase cicatriz en mi alma
si la risa poderosa la pudiera borrar cada día
este mal recuerdo de no haber sido
podría soportarlo mientras me muero por el costado
"no hay nada que no se arregle" me dijeron
se ve que algunos no sufrieron ni en el verso
me olvidaré de mi
quién me toma
quién abre fuego y escribe mi novela?

http://libreriavillo.blogspot.com/

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Tiempo de durar - María Elena Dubecq

La que no soy
me dura todavía
como un tiempo interior
fijándome los puntos de partida.
Esa que fui es nostalgia
en la inquietud plurar de mis mañanas.
A veces un furor por ser distinta
distorsiona mis gestos
y de pronto me paro
desgarrada en mí misma,
arañándome un alma que me pesa,
me traiciona, me obliga.
Otras no reconozco los lugares
y añoro aquel sosiego de otro patio
sin pared carcelaria, con glicinas
y la miel presentida en los panales,
con alas que volteaban otros vuelos
y resolana ardiendo en la baldosa
en el ascua feliz de otros veranos.
Recuerdo aquella franja entre el ropero
y una cama de bronce,
recuerdo a una niña agazapada
temblando porque nadie la encontrara,
jugando a solas dentro de su juego.
A tientas me reconozco entonces,
vuelvo a sentirme extraña geografía
y soy de nuevo dos,
la criatura que no crece y mira
escondida por siempre en su quimera
y esta mujer de ahora,
la que lucha
de pie, sin patio con palomas,
asumiendo su hechura,
hora a hora,
día por día,
durándome en un tiempo que me dura.

Gracias Taso Perticus
http://factorserpiente.ning.com/profiles/blogs/tiempo-de-durar-maria-elena

sábado, 22 de agosto de 2009

Intimidad - Jorge Boccanera (Audio: Saloma)

La tarde giraba como un barco
con voluntad de pan
y empuñadura de juguete nuevo
él llegó con su ración de pájaro en la frente
y aquella vieja moto
ella traía un sol empecinado en su cintura
y una canción de pólvora en los brazos
se encontraron en el instante justo
en que los pueblos arrojan sus muelles a temblar
él se quitó la intemperie
y un pantalón que alguna vez fue azul
ella apoyó sus rodillas en el suelo de tierra
y con sumo cuidado
desató su cabello de los dedos del aire
después
en un lugar
dolido de humedad y otras barbaridades
los dos cuerpos se pusieron a cantar.

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"Llama vívida" Horacio Armani

Ahora que gira en círculos la historia
de aquel verano, fugaz sobreviviente
de otras memorias,
verde te siento, lenta y recogida
en ávidas desdichas.
No puedo recordar. No es este viento
el que empujó a los pájaros hacia un mortal
crepúsculo

en plena alba de vida. Ni esta luz
la que nimbó cabellos como soles
y era granada roja rezumando
en cada grano púrpura su muerte.
El tiempo es cruel. Un día es una nada
y los relojes tensan las agujas
sobre un círculo inmóvil que ignora mediodías
noches y auroras en un mismo giro.
¡Adiós, llama vivida! Hemos pasado.
Ahora hierve el amor en otras bocas.

http://www.barcoebrio.com.ar/elbarco3/horacioarmani3.htm

jueves, 13 de agosto de 2009

Acerca de "El cruce del Aqueronte" - Mario Capasso

En el cuento “El cruce del Aqueronte”, de Abelardo Castillo, el personaje escribe una carta. El texto de la misma no se da a conocer. Una posibilidad es la siguiente:
Mara te escribo una carta. Y sabés qué. Que si tuviera el coraje de una horda sería capaz de cruzar mis palabras desde mi boca hasta tu oreja, así, como el célebre cross a la mandíbula. Pero no, el asunto es más complejo, al menos para mí, y como tengo el valor de un casi hombre, te escribo una carta a duras penas, Mara. O al menos, ya que no puedo estar seguro de nada en esta vida, así parece demostrarlo este cuaderno que tiembla sobre mis rodillas y esta lapicera que se mueve delante de mí, y si es que no me engaña el que nunca falta después, el irrebatible dolor de cabeza, y encima este calor, porque no sé si sabés, todo el calor transpira sobre mi cuerpo, que todavía sospecha que te escribe. Tal vez, Mara, vos tengas alguna responsabilidad, ¿mérito?, en el hecho de que yo esté ahora acá, puesto en un micro que, según el boleto que acabo de leer a tientas, me depositará en Concordia. Eso si hay un poco de suerte y alguien me ayuda a bajar, pues la Abuela Mística ya desapareció, en Zárate me parece, y se fue de mi viaje sin que le pudiera dar las gracias por haber cuidado del portafolio mientras yo dormía y, además, el nieto que me hubiera gustado ser la esperaba, y a mí no sé si alguien me esperará. O sí que sé, porque siempre es lo mismo. Mi itinerario, Mara, según el testimonio de algunos textos extraviados por ahí, ha sido un sumergirse en una ficción de letras y alcohol. Vos invertirás los términos y tendrás razón. Y vos sos la razón de mi vida, como le habrá dicho Evita al General en la cama, luego de alguna batalla, antes de la derrota final. Pero me fui de tema, siempre me estoy yendo, ya sabés. Vuelvo entonces a letras y alcohol. Alcohol y letras, sería el orden que vos dispondrías, (te conozco, mascarita), ya que las unas son el resultado del otro, su consecuencia inevitable. Y puede ser, por qué no. Tal vez yo sea sólo una cobardía de letras envalentonada por el whisky y sus hermanos menores, a los que nunca subestimé, te acordás de aquella noche que, sí, vos te tenés que acordar, tan linda, tan joven, pobrecita. Pero ahora Mara, llamo desde el fondo, grito, reclamo el pago de una deuda que no existe.Vos. No me dejes caer vos.No abandones Mara al que te traiciona con tanta fidelidad. Porque el micro sigue su marcha y yo escribo, creo, una carta con tu nombre, y no veo la salida aunque ya estoy pensando en lo que deberé hacer cuando llegue y desde la terminal me lleven a alguna parte. Tendré que subir unos escalones y ya te imaginás, no, dejen, está todo bien, puedo solo, faltaba más. Y entonces allí tendré que enderezarme lo mejor posible ante algún grupo de personas muy decentes llamado amanecer literario o el sol de las letras o cosa por el estilo, y me pedirán que por favor les dé una conferencia, de la que apenas voy sospechando algo para decir.Pues aquí lo respetamos mucho, lo admiramos tanto, ¿sabe usted?, dirán.El cuestionario, que habrán preparado en reuniones de lo más ardorosas, incluirá un pedido para que reflexione sobre la misión del escritor en la sociedad, si el cuento es más fácil que la novela, los autores que leí en mi juventud, mis influencias, si tengo horarios para escribir o si me viene la inspiración como le vienen a un pibe las ganas de mear. Infaltable, me preguntarán sobre el cuento-karma que arrastro, iba a decir como una cadena, fijate qué original estoy. No importa. Sigo. Y entonces fumaré mi pipa y les echaré el humo e intentaré decir algo que les suene inteligente, o acaso cualquier barbaridad más o menos hilvanada, al fin y al cabo, ya sabés, Mara, casi siempre me repito.Y en algún momento, al final de la parte en que contesto las preguntas del público presente, son ustedes tan gentiles, tan amables son, alguna de las chicas sentadas en el fondo de la sala, querrá saber en qué ando ahora, qué estoy creando a través de mi pluma privilegiada. Y si logro una vez más no decir la verdad, a ésa que preguntó toda emocionada, la típica adolescente intelectual y soñadora, justo a ésa que quiere cambiar el mundo con una metáfora, la tendré a mi disposición en el cuarto del hotel que me habrán reservado estas buenas gentes dos meses antes y entonces, mientras la bella lee para mí, sólo para mí, Mara, sus poemas de amor y de lucha, pondré mi mejor cara de, bueno, ya sabés que cara pongo en estos casos, en fin, le diré que cómo puede ser que hasta ahora ninguna editorial se haya dignado, y esa profundidad de pensamiento tan tuya, ese fluir tan hermoso que brota de tu poesía, le diré y la acostaré y no dejes de recitar, por lo que más quieras pero seguí, vos seguí recitando como sea que te llames, le diré o no, y entonces ella creerá con toda el alma que le está entrando sin pena la gloria del mañana para derramarse dentro, y de esa forma, con el último jadeo, se pensará la privilegiada novia del Poeta. Y como todo esto no me alcanzará para olvidar el fastidio de estos minutos que llevo arrastrándome desde que nací, un rato antes de que la respiración se tome un respiro, manotearé debajo de la cama y agarraré una botella, la primera antes de las siguientes, pues todos saben y dale nomás.Así que mejor, Mara, qué te iba a decir, mejor hacé de cuenta que es el destino y no abandones al que te traiciona. Porque yo, que soy tu viento, siempre vuelvo. Y no hay remedio, mi vida.
Más de Mario Capasso en: http://www.textos-en-escombros.com.ar/

martes, 4 de agosto de 2009

Que haré con este corazón -poema: Jorge Boccanera (Audio: Saloma)

Qué haré con este corazón ?
Derribarlo a mentiras ?
Ahogarlo con palabras ?
Tirárselo a los perros ?
Serrucharle un peldaño ?
Olvidarlo en un taxi ?
Reducirlo a ceniza ?
Arrojarle las piedras más negras de la noche ?
Qué haré con este corazón
desordenado y triste
que no responde a nada
ni recuerda su nombre
desde aquélla emboscada entre sus pechos?

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"Declaración angélica" Oscar Conde

Maneras de los ángeles del cielo
para buscarme. maneras
de llegar en medio de una lluvia,
luciérnagas tardías en mis tardes.

son otros los silencios que se duermen
en mi acento, otros cantos
sirenamente lejos de mi puerto,
mariposas testigos de mi espanto.

no quiero ser un hombre pasado por fuego,
bastante tengo ya
con ser un hombre pasado por tierra.

maneras asombrosas las que tienen
los ángeles para encontrarme.
maneras delictuosas, diría yo.
revólveres pegados a mi carne.

son otras las tormentas
que pasaron de largo, otros vientos
molestos melenamente cerca,
astillas encendidas con mi aliento.

quisiera ser hombre pasado por el cielo.
pero no lo merezco.


http://www.barcoebrio.com.ar

"Miles Davis, la desgarradora soledad" (Fragmento) José Luis Seró

Si tuviéramos que nombrar a alguien que no sólo mantuvo su vigencia a través del tiempo, sino que fue evolucionando, provocando cambios, rompiendo mitos, modificando su música aún sin perder su esencia, sin ninguna duda ese hombre sería Miles Davis. Miles es sin dudas el más "evolutivo" de todos los grandes creadores de jazz.


"Seguí a Bird por todas partes". Evoca Miles. "No tengas miedo". Me decía él. "Sigue adelante y toca"."Todas las noches, yo anotaba acordes que oía en alguna caja de cerillas. Todo el mundo me ayudaba y al día siguiente me pasaba el día tocando esos acordes en el salón de prácticas de Juilliard en vez de ir a clases. Thelonius Monk me copiaba sus acordes y sus melodías, Tedd Dameron también me ayudaba, lo mismo que Dizzy, que me aconsejaba estudiar piano. Así lo hice, y definitivamente me fui de Juilliard. Me di cuenta de que no iba a tocar en ninguna orquesta sinfónica. Y como de todas maneras por la noche tenía que ir a tocar con Bird o Coleman Hawkins, decidí seguir ese camino hasta el final". "Bird solía tocar cuarenta estilos diferentes. No se conformaba con seguir siempre en lo mismo… me hacía subir al estrado y todas las noches yo renunciaba. Los tiempos eran demasiados rápidos, el desafío demasiado grande. ¿Para qué me necesita usted? ¡Le preguntaba!"

http://jazzbluesyarte.wordpress.com/2011/07/11/miles-davis/

jueves, 30 de julio de 2009

de "polvo para morder" Jorge Boccanera

Marimba

(...)
...no quiero la palabra saciada de sí misma
ni la verdad dorada donde no cruje un pájaro
no quiero almacenar saliva
ni la tos delicada que recoja su aplauso
quiero besar el caos
los escombros del cielo no me dan de beber,
yo soy el payador que quiere un mundo/otro
y busca en el polvo del poema acaso una respiración inútil
boca a boca
quizá un vaso de sangre donde no quepa ni una
sola gota de miedo
así de día/tantos días
que abro los ojos en el barro
(...)
ví desfilar el miedo/la infamia/el verso flaco
los ojos van vendados debajo de los ojos
la boca amordazada debajo de la boca
y una lengua estaqueada a mitad del silencio
yo soy el payador sobre cubierta
no canto porque sí/
humeando entré a la vida

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sábado, 25 de julio de 2009

"La caída" Matías Vernengo

Acciona el contestador, sube
el volumen de la música,
se mete en el baño
y cierra, cierra.

Y el cansancio del mundo concentrado
en ese instante, en esa gota
que engorda
en el borde inferior de la canilla

se anuncia como una caída
leve
contra la losa blanca.

Sarah Moon





























Gracias a:
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s-y-s.cn
moodboard.typepad.com
rainsong.weblog.com.
aboutsomethings.com







martes, 21 de julio de 2009

"esa niña" Mauro Morgan

II

Esa niña tiene forma humana.
De su clavícula sale un lobo.
De la boca del lobo sale la niña.
Tiene piel blanca suave como el agua.
Seguro es ciega.
Ah, la ofrenda del viento
cosas con palabras que te haría
niña santa mandada a hacerme humano.
Le pintaría los labios.
Seguro es ciega.

III

Esa niña es el horizonte.
Todo tiene que ver con ella.

(estoy en una montaña
entre ríos mares escombros
altura interminable
el día no está gris
sino verde
y veo todo
con ojos de funeral)

Esa niña tiene una costilla de infierno.
Esa niña toca la mano de los muertos
que hospedan en los pasillos
de un hospital cualquiera.
Esa niña sé que sabe
que podemos morir con solo amar.

(estoy en una montaña
entre ríos mares escombros
altura interminable
tengo la vida en la mano
más ¿qué hago? ¿qué hago?
exijo un encierro
exijo suspender mi vida
como un papel
aniquilado por el fuego)

http://corrompimiento.blogspot.com/

Escuchar audio:[audio="http://www.ivoox.com/mauro-morgan_md_159815_1.mp3"] Descargar mp3

lunes, 6 de julio de 2009

de "Piedra Fundamental" Alejandra Pizarnik

...Pero el refrán era demasiado breve, de modo que yo no podía fundar una estación pues no contaba más que con un tren algo salido de los rieles que se contorsionaba y se distorsionaba. Entonces abandoné la música y sus traiciones porque la música estaba más arriba o más abajo, pero no en el centro, en el lugar de la fusión y el encuentro...

miércoles, 1 de julio de 2009

"suave caída" Rafael Roldán Auzqui

No cesa ni alivia.
Lento desasosiego.
Todo lo cubre
-simulacro de la cópula-
el polvo:
paciencia cósmica
que desembaraza
a la sangre
de tanto despojo
y corona
a la muerte
de tanta vida.

(de "Emergencia Solar", 1998)

http://www.konvergencias.net

Ando Hiroshige - Vincent van Gogh (influencia)

Ando Hiroshige - Kameido Ume (Japanese apricot) Garden (1857)
Vincent van Gogh - Flowering Plum Tree (1887)

Ando Hiroshige - Thunderstorm at Ohashi



Vincent van Gogh - Bridge in the Rain (1887)

www.hiroshige.org.uk





Shaikus Japoneses

Mientras lo corto
veo que el árbol tiene
serenidad.
(Ritsurin Issekiro)

El ciruelo florece,
el ruiseñor canta;
pero yo estoy solo.
(Kobayashi Issa)

Temblando
en las flores silvestres
se va la primavera
(Kobayashi Issa)

Ocurre en los humanos
y también con los espantapájaros
no son derechos.
(Kobayashi Issa)

Al plantar el arroz cantan:
primer encuentro con la poesía.
(Kobayashi Issa)

Lluvia de primavera;
¡pobre de aquel que nada escribe!
(Yosa Buson)

Atardecer otoñal.
La soledad también es bienestar.
(Yosa Buson)

Las noches de los hombres de antes
Fueron iguales a las mías
Esta noche de lluvia fría.
(Yosa Buson)

Un hachazo en el bosque
En invierno
Y el olor me llega.
(Yosa Buson)

La más lejana luna.
Atravieso un barrio pobre.
(Yosa Buson)

Está pasmada de pobreza
esta mañana de otoño.
(Yosa Buson)

Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.
(matsuo basho)

Toda la noche
amotina las olas
el viento en cólera
y los pinos chorrean
húmeda luz de luna.
(matsuo basho)

Lirios,
pensad que se halla de viaje
el que os mira.
(io sogi)

El cielo es alto,
la tierra ancha.
Amarga entre ellas vuela mi pena.
(li po)

Qué distinto el otoño
Para mí que voy
Para ti que quedas.
(Masaoka Shiki)

La hierba reverdece
Sin ayuda de nadie
La flor florece
(Masaoka Shiki)

Para mí que voy
Para ti que quedas.
La hierba reverdece
Sin ayuda de nadie
La flor florece (Masaoka Shiki)

http://www.juntasdeandalucia.es/

http://www.frasesypensamientos.com.ar/

http://www.ensulaberinto.com.ar/

domingo, 28 de junio de 2009

"El otro" Claudio Simiz

Este que ves entrar con mi misma estatura
y apoyarse por un instante en la mesa
donde tantas veces te hizo reír.
Este que busca, como siempre,
sus papeles sin encontrarlos
y hará a la vez tres o cuatro cosas
mientras conversa con los ángeles.
Este, que llamarás por mis nombres
y mis apelativos, tal vez no sea yo.
Seguramente
no advertirás
el silencio hilvanando las palabras,
la nada agazapada detrás de los anteojos,
el caminar sin huesos
sin aire
sin preguntas,
la aliteración ronca,
la piel que ya no sueña.

http://www.solopoemas.com.ar

"Animal nocturno" Matías Vernengo

No es el ala su escritura, sino
esa membrana que forma entre sus dedos
el insomnio

ese ir y venir
bajo los techos
de un asunto privado,

ese casi dolor

ante una mínima
insinuación
de la luz.

de El ojo y la cerradura, Buenos Aires, Ediciones del Dock, 1999

http://laseleccionesafectivas.blogspot.com/

lunes, 22 de junio de 2009

La función del lector/2 - Eduardo Galeano

Era el medio siglo de la muerte de César Vallejo, y hubo celebraciones. En España, Julio Vélez organizó conferencias, seminarios, ediciones y una exposición que ofrecía imágenes del poeta, su tierra, su tiempo y su gente.
Pero en esos días Julio Vélez conoció a José Manuel Castañón; y entonces todo homenaje le resultó enano.
José Manuel Castañón había sido capitán en la guerra española. Peleando por Franco había perdido una mano y había ganado algunas medallas.
Una noche, poco después de la guerra, el capitán descubrió, por casualidad, un libro prohibido. Se asomó, leyó un verso, leyó dos versos, y ya no pudo desprenderse. El capitán Castañón, héroe del ejército vencedor, pasó toda la noche en vela, atrapado, leyendo y releyendo a César Vallejo, poeta de los vencidos. Y al amanecer de esa noche, renunció al ejército y se negó a cobrar ni una peseta más del gobierno de Franco.
Después, lo metieron preso; y se fue al exilio.

de "El libro de los abrazos"

sábado, 20 de junio de 2009

de "Guitarra negra" Alfredo Zitarrosa

Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra. Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía. Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas. Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan. Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos. Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas.


lunes, 8 de junio de 2009

Ah, mis amigos, habláis de rimas...(Juan L. Ortiz)

Ah, mis amigos, habláis de rimas
y habláis finamente de los crecimientos libres...
en la seda fantástica os dan las hadas de los leños
con sus suplicios de tísicas
sobresaltadas de alas...
Pero habéis pensado
que el otro cuerpo de la poesía está también allá,
en el Junio de crecida,
desnudo casi bajo las agujas del cielo?
Qué haríais vosotros, decid, sin ese cuerpo
del que el vuestro, si frágil y si herido,
vive desde "la división",
despedido del "espíritu", él,
que sostiene oscuramente sus juegos
con el pan que él amasa y que debe recibir a veces
en un insulto de piedra?
Habéis pensado, mis amigos,
que es una red de sangre la que os salva del vacío,
en el tejido de todos los días, bajo los metales del aire,
de esas manos sin nada al fin como las ramas de Junio,
a no ser una escritura de vidrio?
Oh, yo sé que buscáis desde el principio
el secreto de la tierra,
y que os arrojáis al fuego, muchas veces,
para encontrar el secreto...
Y sé que a veces halláis la melodía más difícil
que duerme en aquellos que mueren de silencio,
corridos por el padre río, ahora,
hacia las tiendas del viento...
Pero cuidado, mis amigos,
con envolveros en la seda de la poesía
igual que en un capullo...
No olvidéis que la poesía,
si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva,
es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin,
cruzada o crucificada, si queréis, por los llamados sin fin
y tendida humildemente, humildemente,
para el invento del amor...

sábado, 6 de junio de 2009

"Epitafio" Juan Gelman

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces

me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
(Aquí yace un pájaro.Una flor.Un violín.)


de "Violín y otras cuestiones"

domingo, 31 de mayo de 2009

"tratado de desobediencia civil" Henry Thoreau

Permítasele a cada individuo dar a conocer el tipo de gobierno que lo impulsaría a respetarlo y eso ya sería un paso ganado para obtener ese respeto.

No es deseable cultivar respeto por la ley más de por lo que es correcto. La única obligación a la que tengo derecho de asumir es a la de hacer siempre lo que creo correcto


Estamos acostumbrados a decir que las masas no están preparadas; pero las mejoras son lentas, porque los pocos no son ni materialmente más sabios ni mejores que los muchos.

De hecho, no es obligación de un individuo dedicarse a la erradicación del mal, aún del más enorme; bien puede tener otras inquietudes que lo ocupen. Pero es su obligación al menos lavarse las manos de ese mal, y si no le dedica mayor pensamiento, tampoco debe darle su apoyo en la práctica.

...Creen que si oponen resistencia, el remedio sería peor que la enfermedad. Pero es culpa del gobierno que el remedio sea peor que la enfermedad. Es él quien lo hace peor. ¿ Por qué no está más apto para prever y hacer una reforma? ¿ Por qué no valora a su minoría sabia? ¿Por qué grita y se resiste antes de ser herido? ¿Por qué no estimula a sus ciudadanos a que analicen sus faltas y lo hagan mejor de lo que él lo haría con ellos?

Lo que tengo que hacer es ver, de cualquier forma, que yo no me presto al mal que condeno.

El Estado nunca confronta a conciencia la razón de una persona, intelectual o moralmente, sino sólo su cuerpo, sus sentidos. No está equipado con un ingenio superior o una honestidad superior,


Con todo, el gobierno no me preocupa mucho, y pienso en él lo menos que puedo. No es mucho el tiempo que vivo bajo el gobierno, aún en este mundo. Si un hombre piensa libremente, sueña, imagina libremente, nunca estará por mucho tiempo de acuerdo con lo que no es como con lo que es, así que no puede ser interrumpido por gobernantes o reformadores obtusos.

"la buena fé" (Fragmentos) André Comté Sponville

...Que es la buena fe? es un hecho psicológico y una virtud moral. Como hecho es la conformidad de los actos y de las palabras con la vida interior, o de esta consigo misma. Como virtud, es el amor o el respeto de la verdad(...)el hombre de buena fé dice lo que cree, aun cuando se equivoca, de la misma manera que cree lo que dice...

...Es lo que se llama también sinceridad (o la veracidad, o la franqueza) y lo contrario a la mentira, a la hipocresía, a la duplicidad...

...Es una sinceridad a la vez transitiva y reflexiva. Regula, o debería regular, nuestras relaciones con el otro, así como con nosotros mismos...

...Es también. o debería serlo, la virtud por excelencia de los intelectuales en general y de los filósofos en particular. El pensamiento no es sólo un oficio, ni un divertimento. Es una exigencia humana. El hombre es un animal que puede mentir y que miente. Esto es lo que hace que la buena fe sea lógicamente posible y moralmente necesaria...

...Pero no es la única virtud que tiene valor, también tiene valor la compasión, el amor. Asestar la verdad a quien no la ha pedido, a quien no puede soportarla, a quien la verdad desgarra o abruma, no es tener buena fé: es ser brutal, es ser insensible, es ser violento. Por lo tanto, hay que decir la verdad, o la mayor cantidad de verdad posible, pero no siempre, no a cualquiera, no a cualquier precio, no de cualquier manera.

sábado, 30 de mayo de 2009

"el siglo del individualismo" Adam Curtis

Documental en seis videos de Adam Curtis acerca de la influencia de la psicología en el control de masas en el siglo XX. Comienzo del consumismo. Sigmund Freud. Edward Bernays.

Video 1:

miércoles, 27 de mayo de 2009

Jules Laforgue (dos poemas) Traducción Georges Perec

¡Oh, cuan cotidiana es la vida, y nada recuerdo más cierto: que simple y pobre he sido! JL

Resignación

Como necio parásito de un planeta oscuro,
en la infinidad sonora de clamores eternos,
aquí, lugar cualquiera, he nacido y vivo,
y sólo es mi deseo que se sepa y se detenga todo.
Que por un grito perdido en la tormenta
los océanos callen de pronto el aullido de sus olas,
que por traer flores a mi tumbra
los soles en masa dejen su Verbena.
¡Pobre corazón ingenuo! Rómpete, no eres nada.
Muchos otros murieron con ansias iguales
y la tierra siguió en su silencio.
Todo es duro, descorazonado, superior a ti.
Sufre, ama, espera siempre y baila
sin nunca exigir ese Porqué universal.


Cisterna seca

Cobarde vi cómo el Arte partía, mi último dios;
ya no me estrecha lo Bello con su inmortal delirio,
siento que he perdido, pues con Él echó a volar
el éxtasis que aplaca a veces los viejos deseos.
Treinta siglos de hastío pesan en mi espalda
y concentran sobre mí su llanto y su culpa.
Nuestras manos olvidaron el trabajo que consuela.
No hay día en que no piense, miedoso, en la muerte.
Sordo a la ilusión de las multitudes,
me arrastro abatido hacia parajes lejanos,
todo acabó para mí, nada más espero.
¡Pero lates aún, deshecho corazón pobre!
¡Ah, si como antaño al menos lograra
el llorar que tanto bien hace a los niños!


http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/adolfogarciaortega/home.html

martes, 26 de mayo de 2009

"El peregrino querúbico" Angeles Silesius

Me llamo Johannes Angelus Silesius. Una vez vi al diablo y tuve miedo. No tenía una forma infernal, no era un macho cabrío andando a dos patas, ni una figura envuelta en llamas con rabo y tridente. Más bien tenía rasgos familiares y una silueta que me recordaba… a mi madre. Sí, era como mi madre, pero con los ojos de un enemigo que medita. Fueron esos ojos los que me estremecieron. Escondían el tormento de la desesperanza y la falta absoluta de amor, la guerra y la crispación del mundo. Esa visión me condujo a un profundo abismo, pero tuve la suerte de encontrar en ese abismo la ternura de Dios. Sin amor nada tiene sentido, con amor tiene sentido la nada. Eso fue lo que aprendí.
Nací el día de Navidad de 1624 en Breslau, captal de Silesia, hijo de familia protestante y educado en el gimnasio luterano de Santa Isabel. Mi madre falleció cuando contaba yo la edad de quince años, mi padre había muerto dos años antes. Cultivé la poesía de los grandes maestros y mi alma siempre buscó el sosiego que la vida no me brindaba. A mis veinticuatro años era doctor en Filosofía y Medicina por la Universidad de Padua. Comprendí entonces que la curación del cuerpo y la curación del alma, seguían a veces caminos distintos. Empezaba a entender el mundo de otra manera, más amplia que la otorgada por mi educación ortodoxa. Todo lo centré en la búsqueda de la personalidad viviente de Cristo. En esta época comencé a escribir mis inquietudes y lo que mi corazón más anhelaba. Aprendí a utilizar el lenguaje para expresar lo que sentía mi alma y conocí el arte de los versos alejandrinos y los epigramas. Buscaba la libertad del eterno presente. Buscaba dar forma a mi religión interior. Por ese entonces era yo un médico de pueblo pero que no encontraba la plena satisfacción en las curas del maestro Paracelso, porque todo parecía depender del tiempo y de los designios de un Dios que no podía comprender. Un Dios que cogía higos de los cardos y examinaba el fondo de las cosas. Mundus pulcherrimun nihil. Me convertí al Catolicismo en 1653, tomando el nombre con el que me he presentado al principio. La visión demoníaca que me aterrorizó, ejerció una gran influencia en este proceso de conversión. Entendí que era necesario luchar, que si no se le hace caso al amor, se muere de frío. Que el pecado se acompaña de tumulto, y en el silencio está la humildad y la sabiduría del que busca una sola cosa. Aquella visión me enseñó a la bestia, pero también el camino de su derrota, que no es otro que la transformación de bestia en hombre, y de hombre en ser angélico. Esta es la peregrinación del alma, el camino del ser angélico, la transformación que nos conduzca a la contemplación de Dios. Este era el milagro, que el lodo une a Dios con el hombre. Que el corazón es el reino, el corazón es el templo, el corazón es un sepulcro viviente. El fruto es la belleza, una rosa mística que crece aquí y ahora y siempre, rodeada de espinas, sangrando sin marchitarse en las penas. El amor debe ser la senda y el epitafio. La llave para saber que nada es imperfecto, que una rana es tan bella como un ángel. Desde mi ordenación como sacerdote jesuita, mi vida se ha basado en la búsqueda contemplativa de Dios, reposar en la acción es la vía de la santidad. Me dediqué a escribir obras para educar en la fe, pero de todas las poesías de mi alma iluminada, me quedo con las ideas que tuvo mi corazón en su viaje hacia Dios. Un viaje que toda alma debería hacer. El viaje del peregrino querúbico. Este libro que edité hace dos años, es el libro que recoge toda mi vida. Es mi legado de amador seráfico que proclama los santos deseos del amor para aquellos lectores que intentan inflamar santamente su corazón de Dios. Pero al final me cansé de escribir. Amigo, basta ya!, si quieres leer más ve y conviértete tú mismo en la escritura y la esencia.
Siguiendo la doctrina de Gerson, me instalé en la pobreza absoluta, el ayuno y la contemplación dentro de una vida cotidiana. Y a mis cincuenta y tres años sé que los abismos del alma conducen a la virtud y hacen más soportable los achaques infatigables de la terrible enfermedad que me aflige en estos últimos meses. Hoy apenas tengo fuerzas para sostener la pluma con la que escribo. La muerte se acerca al mismo tiempo que se divisa la luz de otra vida. Ahora es necesario volver al principio. Os dejo esta carta como manifiesto de mi tímida existencia. Quedad en paz, hermanos.

domingo, 24 de mayo de 2009

"La sencillez" Párrafo de "Pequeño tratado de las grandes virtudes" de Andrè Comte-Sponville

A la humildad a veces le falta sencillez debido al desdoblamiento que supone. Juzgarse es tomarse demasiado en serio. El hombre sencillo no se plantea tantos problemas con respecto a sí mismo. ¿Quizá sea porque se acepta tal y como es? Sería demasiado decir. No se acepta ni se rechaza. No se interroga, no se contempla, no se considera. No se alaba ni se desprecia. Es lo que es, sencillamente, sin rodeos, sin afectación, o más bien -ya que ser le parece una palabra demasiado importante para una existencia tan pequeña- hace lo que hace, como cada uno de nosotros, pero no le parece que sea tema de conversación, de comentarios, ni siquiera de reflexión. Es como los pájaros del bosque, ligeros y siempre silenciosos incluso cuando cantan, incluso cuando se posan. Lo real es suficiente para lo real en sí mismo. De ese modo, el hombre sencillo es un individuo real reducido a su más simple expresión. ¿Es el canto su más simple expresión?. En ocasiones es el canto; la mayoría de las veces, el silencio; y siempre la vida. El hombre sencillo vive del mismo modo que respira, sin más esfuerzos ni gloria, sin más consecuencias ni oprobio. La sencillez no es una virtud que se añada a la existencia. Es la propia existencia en la medida en que nada se añade a ella. Por consiguiente es la más ligera de las virtudes, la más transparente y la más escasa. Es lo contrario de la literatura: es la vida sin frases y sin mentiras, sin exageración, sin grandilocuencia. Es la vida insignificante y es la verdadera vida. La sencillez es lo contrario de la duplicidad, de la complejidad, de la pretensión. Por eso es tan difícil. ¿No es siempre doble la conciencia, debido a que sólo puede ser conciencia de algo? ¿No es siempre complejo lo real debido a que en él se entrelazan las causas y las funciones? ¿No es pretencioso cualquier hombre desde el momento en que se esfuerza en pensar? ¿Existe algo más simple que la estupidez, la inconciencia y la nada?. El hombre sencillo puede no plantearse estas preguntas. Pero eso no las anularía ni nos bastaría para resolverlas. La sencillez no es necedad. Pero estas preguntas tampoco bastarían para anular la sencillez de todo, ni la virtud que se encuentra vinculada a ella. La inteligencia no es sinónimo de estorbo, de complicación o de esnobismo. Es cierto que lo real es complejo, y sin duda de una complejidad infinita. Nunca podremos acabar de describir o de explicar un árbol, una flor, una estrella, un guijaro... Lo cual no les impide ser simplemente lo que son (sí: simple y exactamente lo que son, sin ninguna falta, sin ninguna duplicidad, sin ninguna pretensión), ni obliga a nadie a perderse en este infinito de la descripción o del conocimiento. Complejidad de todo: simplicidad de todo. "La rosa no tiene ningún por qué, florece porque florece, no se preocupa de sí misma, no desea ser vista... (Angelus Silesius)" ¿Hay algo más complicado que una rosa para quien quiere comprenderla? ¿Existe algo más sencillo, para quien no quiere nada? Complejidad del pensamiento: simplicidad de la mirada. "Todo es más simple de lo que podamos imaginar -decía Goethe-, y al mismo tiempo más enmarañado de lo que podríamos concebir." Complejidad de las causas: simplicidad de la presencia. Complejidad de lo real: simplicidad del ser. "Lo contrario del ser no es la nada- escribe Clément Rosset-, sino el doble." Lo contrario de lo sencillo no es lo complejo, sino lo falso.
La sencillez en el hombre -la sencillez como virtud- no consiste en negar la conciencia o el pensamiento. Se reconoce más bien en su capacidad para, sin anularlos, liberarse de ellos, para no ser su víctima ni su prisionera...

domingo, 10 de mayo de 2009

La memoria

…Voy a hablar de la memoria. De esa sustancia tan inasible y tan etérea pero con efectos tan brutales como para generar una guerra, derrumbar una vida o impedir un amor. ¿Qué cosa será la memoria? ¿De qué estarán hechos sus átomos? ¿Dónde habitarán sus contenidos? ¿Recordamos hechos o recordamos recuerdos?Decía Samuel Beckett refiriéndose a Proust: "El hombre con buena memoria nunca recuerda nada porque jamás olvida nada".Paul Auster hace decir a uno de sus personajes que "el misterio de lo que aún no ha ocurrido podía guardarse en la memoria". Como el huevo de la serpiente, los rastros de lo que seremos están inscriptos en el presente. También las huellas de lo que fuimos. Fatalmente nos convertiremos en lo que somos.Cuántos de ustedes recordarán esta mañana de Abril.Cuántos convocarán, desde las múltiples estaciones del dolor y del fracaso, la sensibilidad exasperada y el secreto temblor que hoy nos une.Puede alguien asegurarme que los múltiples hombres y mujeres que hemos sido no circulan inadvertidamente entre nosotros. Puede alguno afirmar que los fantasmas de lo que serán no viajaron esta mañana en colectivo con ustedes.¿Cuándo muere un recuerdo? ¿Cuándo nace? ¿Qué maldita cosa se lleva la muerte? ¿Hacia dónde? ¿Qué sucede con esa versión única que de nosotros tienen los demás cuando ellos mueren?...
“Callar, pintar” Daniel Flichtentrei La máquina del tiempo
...La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se rescriben las biografías y la historia...
"El libro de la risa y el olvido" Milan Kundera "El poder de la palabra"
"La crueldad de la memoria consiste en recordar lo que se desvanece en el olvido" Naguib Mahfouz
…Tengo la tristeza del olvido. Me da miedo olvidar su cara y sin embargo se me desdibuja. Ya no recuerdo el timbre de su voz y lo que es peor ya no puedo acordarme de lo maravilloso que se sentían sus abrazos. Ya no me acuerdo de cómo era tenerlo. No me acuerdo de cómo era sentirlo. Mi piel no lo recuerda. Nunca, nunca imaginé que uno podía olvidar la sensación del abrazo…
Discurso de Memoria Activa en el 12º aniversario del atentado contra la AMIA

...Sobre ese rostro que tenía que ser la única imagen de paz para atravesar tiempos de guerra se preguntaba si lo había visto realmente o si había creado un momento de ternura para sobrellevar el momento de locura que vendría después…
“La jetée” (corto) Chris Marker
…El muerto pierde, desde el primer instante de la muerte todos los derechos. Ya no hay ley que lo defienda de la calumnia, su intimidad ha dejado de ser intimidad; ni las cartas que le escribieron sus amores, ni los recuerdos que le dejó en herencia su madre, nada, nada le pertenece ya. En los últimos años anteriores a su muerte, el padre destruyó gradualmente todo lo que podía quedar de él; no dejó trajes en el armario, manuscritos, notas de sus clases, cartas. Borró sus huellas (…) El rostro que mañana desaparecerá en la tierra o en el fuego no pertenece al futuro muerto, sino única y exclusivamente a los vivos, que están hambrientos y tienen necesidad de comerse a los muertos, sus cartas, su dinero, sus fotografías, sus viejos amores, sus secretos…
“La inmortalidad” Milan Kundera

lunes, 4 de mayo de 2009

"El viaje definitivo" Pajarero Jimenez

...Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico...
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

Taso Perticus Factor serpiente

lunes, 27 de abril de 2009

"Alternativas" (Fragmento) Liv Ullman

...Me sigue una mujer con un niño en brazos. Me tira de la manga y murmura: -Por favor, llévese a mi hijo. No puedo encontrar comida para él.
Sus ojos son los portales de la desesperación...
...Yo soy la mujer que quiso darme su hijo. Si no la reconozco en el breve lapso que compartimos sobre la tierra, ¿cómo puedo pretender que a mí se me reconozca?
Advierto que sólo en las estadísticas la gente muere por millones. Cada persona muere individualmente, en su propia dificultad. Según vive.
Busco palabras para describir lo que estoy descubriendo y lo que todavía estoy buscando. ¿Es el amor o la fé? ¿o ambos?...

jueves, 23 de abril de 2009

"Callar, pintar" (Fragmento) Daniel Flichtentrei

Voy a hablar de la memoria. De esa sustancia tan inasible y tan etérea pero con efectos tan brutales como para generar una guerra, derrumbar una vida o impedir un amor. ¿Qué cosa será la memoria? ¿De qué estarán hechos sus átomos? ¿Dónde habitarán sus contenidos? ¿Recordamos hechos o recordamos recuerdos? Decía Samuel Beckett refiriéndose a Proust: "El hombre con buena memoria nunca recuerda nada porque jamás olvida nada".Paul Auster hace decir a uno de sus personajes que "el misterio de lo que aún no ha ocurrido podía guardarse en la memoria". Como el huevo de la serpiente, los rastros de lo que seremos están inscriptos en el presente. También las huellas de lo que fuimos. Fatalmente nos convertiremos en lo que somos.Cuántos de ustedes recordarán esta mañana de Abril. Cuántos convocarán, desde las múltiples estaciones del dolor y del fracaso, la sensibilidad exasperada y el secreto temblor que hoy nos une.Puede alguien asegurarme que los múltiples hombres y mujeres que hemos sido no circulan inadvertidamente entre nosotros. Puede alguno afirmar que los fantasmas de lo que serán no viajaron esta mañana en colectivo con ustedes.¿Cuándo muere un recuerdo? ¿Cuándo nace? ¿Qué maldita cosa se lleva la muerte? ¿Hacia dónde? ¿Qué sucede con esa versión única que de nosotros tienen los demás cuando ellos mueren?