sábado, 20 de febrero de 2010

"el edificio" (fragmento) Mario Capasso

El carácter lúdico presente en esta obra casi sin pausa -consolidado en un ameno juego de palabras- pareciera ser la característica relevante de esta novela de Mario Capasso. Sin embargo, el momento en que nuestra imaginación se expande, conducidos por el autor en un viaje sin pautas ni restricciones, nos sorprende en medio de otro juego: el de la libertad que nos ofrece asumir nuestra propia audacia como lectores.


En el edificio circula desde tiempos remotos una historia, tal vez se trate sólo de una leyenda de fin de temporada, pero sería injusto omitirla. Se dice que alguien alguna vez lo cruzó por algún pasillo y que gracias a la lucha de clases y a lo avanzado de la hora, lo reconoció por la remera y le clavó la mirada. El SUPER se deshizo de los clavos y corrió entonces escaleras arriba y su perseguidor, por las dudas de atrás, le siguió el rastro sin verle el rostro. El SUPER se refugió en el archivo de cosas olvidadas y el perseguidor esperó afuera pues los horarios no coincidieron por cuestión de segundos. Mientras aguardaba, al perseguidor se le dio por cerrar los ojos en un momento dado y el SUPER, dado el momento, pasó frente al perseguidor sin voltear el cubilete y de esta forma o de otra o de ambas alcanzó luego la azotea. Allí lo localizó más tarde el perseguidor que, para distraerlo, empezó a comprobar si la ropa tendida estaba seca o si aún le faltaba. El SUPER, como era de suponer y como ya casi era de noche, no cayó en la húmeda y estúpida treta y, con la rapidez que se le atribuye en las charlas de café, tiró el pocillo y se disfrazó de perseguidor y con esa maniobra desconcertó al perseguidor que procedió a pestañear repetidamente, al tiempo que se rascaba la cabeza, como extrañado. El breve instante de perplejidad sufrido por el perseguidor fue bien aprovechado por el SUPER para tomar la carrera necesaria y saltar al edificio vecino más lejano. Ante esta situación, el perseguidor, al verse a sí mismo realizar tan complicada acrobacia, quedó asombrado y orgulloso de semejante hazaña y se fue de lo más contento silbando una chacarera trunca por las escaleras. Como producto visible y palpable de este suceso, se puede afirmar que nada cambió en el edificio, lo que hace a la leyenda singularmente inútil. Y en todo caso esto ocurrió, si es que en realidad ocurrió, hace muchos años. Hoy por hoy, las cosas son bien distintas, ya nadie corre en el edificio, nadie persigue nada.

viernes, 19 de febrero de 2010

"el siglo del individualismo 2/2" Adam Curtis

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"el siglo del individualismo 1/2" Adam Curtis

"The century of the Self" (El siglo del individualismo) es un documental de la BBC, en el que Adam Curtis explica la influencia de la psicología de masas y la propaganda en la creación de la sociedad de consumo y el Poder en sí mismo del siglo XX. El documental nos introduce en las entrañas del poder sobre las masas, en la publicidad, la propaganda, las relaciones públicas y los medios de comunicación.


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miércoles, 17 de febrero de 2010

"poemas" Daniel Freidemberg

El mago

Por la memoria van caballos
La luz entra en la pieza
a hacer reales, por un rato, las cosas
Algo se mueve en un rincón
(duendes? ratones?
restos sueltos por ahí
de algo así como un corazón?
telas de araña rotas
por un aire imprevisto?)
reclama un lugar
donde caballos vienen a beber
Eso es -ahora- lo importante:
un ruido de cascos
sobre la memoria

Versión

No por miedo a caer
sino a volar
cerró ahora la ventana
que aún refleja la
cara soleada de las cosas
"Todo era real", suspira o
lo inventa,
en el aire su voz
se hace pequeña
cae
como una piedra en la penumbra
Espera, a ver si
toca fondo

Otra versión

Tras de los bordes, pude ver
desde otro punto
cada cosa y
debo decirlo: aquel lugar
tiene sus ecos, no es fácil dejarlo
Uno, si
vuelve, vuelve y las
trompetas cantan
(como en sordina) pero
no necesariamente sabe más:
mira ahora lo que pisa, prefiere
lo que resiste al tacto. "Mi
propia sombra -dice- sólo prueba que hay luz
y un cuerpo opaco la intercepta"

Como resacas de la mar...

Como resacas de la mar.
Ojos en todas todas las cosas.
Cosas dejadas por el mundo.
Como es dispersa la verdad.
Cosa insistente la verdad,
mira como agua ahí en las cosas
que la resaca nos dejó
cuando se fue a contar otra historia:
necesidades de la historia,
que no acostumbra a preguntar,
y ahí quedaron a su paso
cosas que miran no sé a quién.

sábado, 13 de febrero de 2010

Laberintos - Adriana Valmayor

Rasgás
cortás
hacés grietas
hundís tus dedos en el callejón de su silencio
cuando presentís que hay ecos lejanos de pesadas mansedumbres
y nanas fantasmales por estallar en tus oídos fatigados
de tanto escudriñar el tiento de su lengua seca.
reptás
gateás y
a tientas apurás las negras aguas de la noche desollada de luna...
desde que se fue triturando deseos y desbarrancando el sueño.
Creerás que es llorar, reir, aullar...
cada pantomima por ganar la primera y última imagen frente al espejo...
pero será inútil.
más vivo y lúcido que nunca fuera de ella y
lejos...

Cuando ya noches mías... Idea Vilariño

Cuándo ya noches mías
ignoradas e intactas,
sin roces.

Cuándo aromas sin mezclas
inviolados.

Cuándo yo estrella fría
y no flor en un ramo de colores.

Y cuando ya mi vida,
mi ardua vida,
en soledad
como una lenta gota
queriendo caer siempre
y siempre sostenida
cargándose, llenándose
de sí misma, temblando,
apurando su brillo
y su retorno al río.

Ya sin temblor ni luz
cayendo oscuramente.

martes, 9 de febrero de 2010

"Ensayo" Villo Argumanez

Gracias a Villo Argumanez

La muerte llega: Pájaro en una tormenta (tu libro, el mío, el de ellos, nada..) Todas las censuras y censores se pusieron de acuerdo en acallar a uno de los más inspirados escritores. Las censuras institucionales, las corporativas, el redil, la pústula de los resentidos apagaron máquinas, para olvidar que se pueden decir verdades como puños, como puños que fuesen de verdad y comenzar un libro, que lo tiene todo, así: "Como todos los regalos que el cielo envía, a éste lo empaquetaron tambien la mañana en que el padre Adán perdió el suyo".

ENSAYO

de negro sin miedo y sin saliva
tantos años ya
tragando el nombre de las chaquetas que murieron
absorvo la entidad de los perdidos
y asumo mi rol de moribundo,
moribundo para el recuerdo
que no te lloren los que te echaron tierra
la llama roja de la sangre hueca deja el resquicio justo para tomar tu aire y nombre
se morirán los otros
para que verdegueen tus ojos asustando días timoratos y poco transgresores
asco de relojes de las 24 horas, de las 12 y de los números
que te ignoren
el síntoma es claro, sus ojos nieve, el corazón escarcha
el intento vano de asirte...
hielo oscuro donde no caben narcisos muertos
magarzas y colores
el día, manido y sin tiempo
recuerda a diario a los injustos olvidados
sois ¡ maldita sea!
la savia de los mediocres y el consuelo de los descubridores
hoy 11 S. ya lo dije: horribles números, los del reloj y los días
adios Isaac Montero

*El chico asintió y dio media vuelta.



"poemas" Gabriel Impaglione

Voy de un lado al otro de mi círculo
llevando la soledad repleta de colmillos.
No alcanza silencio para eludir dentellada,
ni desandarse en puntas de pié para alejarse
de semejante dentadura.
Duele a cada instante la carnívora!
Y cuando no duele
en su intermitencia de aguijones
se echa en el umbral a espantar los pájaros.
Gruñe sus zarpazos a la luna.
A veces pienso que un buen día
se hartará de mis huesos.
Mientras tanto espero haciendo
como que no me importa.

***

Esa mujer tiene miles de tentáculos,
está llena de imanes azules,
de abrazos constrictores.
El aire, a su alrededor,
gira como un tornado.
Esa mujer es adhesiva.
Su sangre es un cemento de contacto
y su cabello lanza
increibles nudos marineros.
Echa dardos atados a una soga.
Esa mujer es centrífuga.
Tan llena de luz encandila
tejiendo su red vertiginosa.
Tiene dulces rejas de atraparme.
Esa mujer succiona
como remolino, me naufraga.
Termino en su centro girando
hasta la hondura mansa
de sus ojos magnéticos.

***

Urgencia
Partir la cáscara
del tiempo a golpes
tibios de tu nombre
abrirle un hueco
nombrarte
nombrarte
hasta partirlo!
Y echarse por la luz
goteando
hasta tus labios.

***

Saliva despertando colmillos,
tensando el hambre.
El instinto se agazapa
y salta.
Mezcla de humedades.
Saliva y tréboles,
sangre goteando y mordedura.
Tu cuello exacto
se eriza
vibra
late rojo
y tenso
y se relaja.
Mi boca rodea
tu nunca vencida
boca y me vence.
Un solo estertor
victorioso
acaba con mi furia
y me entrego.