sábado, 31 de agosto de 2013

Seamus Heaney


Acta de unión

I
Esta noche, un primer movimiento, un pulso,
como si la lluvia se acumulase en el pantano
hasta romper y desbordarse: una presa que estalla,
un tajo abriendo la cama de helechos.
Tu espalda es una firme línea de costa del este
y brazos y piernas se prolongan
más allá de tus colinas graduales. Acaricio
la palpitante provincia donde creció nuestro pasado.
Soy el reino elevado por encima de tus hombros
al que no halagarías ni puedes ignorar.
La conquista es mentira. Envejezco
tolerando tu orilla semi-independiente
dentro de cuyos límites ahora mi legado
culmina inexorable.

II
Imperialmente soy varón todavía,
dejando para ti todo el dolor,
el proceso de rendición en la colonia,
el ariete, la barrera que explota desde dentro.
El acta germinó en una obstinada quinta columna
cuya postura crece de forma unilateral.
Su corazón bajo tu corazón es un tambor de guerra
que llama a filas a la fuerza. Sus parasitarios
e ignorantes puños pequeños
ya golpearon tus fronteras y sé que apuntan hacia mí
por encima del agua. No veo ningún tratado
que ponga a salvo por completo
tu cuerpo hollado y estirado, el gran dolor
que, como campo abierto, te deja en carne viva, una vez más.

De "Norte" 1975
Versión de Vicente Forés y Jenaro Talens


http://www.amediavoz.com/heaney.htm#Acta de unión

jueves, 22 de agosto de 2013

María Amelia Díaz


                                          Si no la infancia ¿qué había entonces allí que no hay ahora? (Saint                                                                                                                       John Perse, de "Elogios")

Infancia

Bocanadas de azul iluminaban el aire
desde las ramas nuevas.

En los techos cercanos
la parra,
ponía tejados de verdor
para que la sombra desmontara sus caireles.
¡Cadenas de libertad blandía el viento en los simientos!

Y el silencio
tendía su red tejida con miles de sonidos.

Con pìnceles de sol se pintaban los muros.
Y la tibieza parecía acurrucarse
entre los pliegues del mantel.

Recuerdo la luz,
conquistando los espacios del enrejado ocioso,
y la dicha,
renovando la casa desde el jardin.

Sus ojos aún jóvenes
ponían el mundo entre mis manos.

Y sus sueños
abarcaban el aire
contenido en las cuatro esquinas
en que soñaba la casa

Entonces la luz era más tenue
bajo los grandes árboles fugitivos.

Y eran también hermosos
los pequeños habitantes
que cabalgaban los sueños de países remotos y ramas retorcidas,
en las horas de Andersen  que acompañaban los gnomos.

En mis ojos estaba
la dicha de una vida recién nacida
como las uvas vírgenes del vino
que colgaban rosarios de topacio.

¡Un recuerdo que cruje como papel de seda!

Ahora
rascacielos de ceniza desarticulan los rostros.

Ahora
invaden los oídos motores clandestinos al paisaje.

Los árboles se desvisten en inútiles otoños
y tañen sus ramas llamando a rebelarse.

Y en los muros
                        el Tiempo
resucita sombras

para abrir el paraíso - La Luna Que 2003

Susana Siveau

un jazmín para mi madre

Madre hoy has venido por mi sangre.
La noche huele a jazmines
y tu pelo está húmedo de rocío.
Yo enciendo tu mirada con preguntas
de cuando eras niña.

de "letra y mano" - Libros "El búho" 2010

miércoles, 21 de agosto de 2013

Aldo Luis Novelli


Mínimo mundo (fragmento)

genética


en el núcleo de la semilla
ya está diseñado el futuro árbol
con sus frutos y sus leves flores
hasta su más mínima hoja.
en el ADN del hombre
están escondidos sus sueños sus amores inconclusos
sus mejores derrotas
hasta su más infatigable utopía.
la poesía
es esa bella muchacha
que abre la puerta
un día cualquiera
allí
donde no había puerta

martes, 20 de agosto de 2013

Natalia Litvinova


CÓMANSE MI NIEVE

Susurro a los pájaros salgan de los poemas cómanse mi nieve.
Susurro a la nieve fuera de mis poemas,
a comer los huevos de los pájaros.
Vuelen huevos de los pájaros.
Que el cascarón de la quietud no se los devore.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Nélida Arp

Viaje


Elegiría el corazón de un águila para cruzar el

aire azul.

Para sorprender las piedras nevadas, los rojos

arenales, el horizonte blanco del mar.

A la deriva, navega la sombra verde de una balsa.

¿Cómo ignorar los pájaros remotos?



De “HABITACIONES DISPONIBLES”  Botella al Mar, Bs.As. 2012


Susana Cattáneo

Amenaza el bosque amado, amenaza con un amor gris, desconocido.
Una niña grita, se desgarran los troncos de los árboles; los pájaros se doblan, se bifurca la procesión de hormigas.
Un rayo alerta sobre incendios y una mariposa nocturna brilla entre nudos de raíces.Apocalipsis en otoño. Dios vencido, llora.





Norberto Corti

Las Fuerzas Insepultas Norberto Corti

Acrisis
XV

Ya me parece haber vuelto de todos los lugares
en una principal fusión con las cosas que conozco,
desmenuzándome un poco en cada una de ellas,
desintegrándome fantásticamente en sus cuerpos
hasta ocuparles un lugar.

A veces nos resumimos
en las ojeras errabundas del viento,
y en unidad volátil, espacial, nos resumimos también
en la violeta retina del planeta.

Todos los seres me acompañan
y hasta creo que en todos he vivido.
Este, mi furibundo paso vertical los hace míos
y tristemente inalcanzables.
Este, lúgubre crujir de la cinarra
sorprendida por mi planta, o el rodar
de una piedra,
me llega en alarido,
en misión de protesta,
en persistente grito.

Entonces no comprendo,
me confundo,
me pierdo,
me configuro un poco en todos los sonidos
y en los silencios muero.
Me acuerdo del discurso, del símbolo empleado,
de la fría palmada, de los ojos vendados
y luego el manotazo,
la feroz dentellada sobre el fruto inocente.
Y muero… muero,
cientos de veces por segundo muero
con este cristalino madero en mis pulmones
y mis brazos como un puente transitado
hasta el desgaste por el intestino público.
                                                         Muero.
 

jueves, 8 de agosto de 2013

Homo sapiens - María Casiraghi

Ese hombre no es viejo
pero va a morir.

Mirando atrás
sueña que suda en ese médano
en el que puede hundirse
y arrojarse
como de chico lo hacía
como siempre lo ha hecho.

Pero sabe ahora que el arenal se va.

Aunque quisiera gritar
para huir de la ola
sigue prisioner
de la espuma
de esos niños azules que corren sin verlo.

Partirá
antes de hora
blanco entre la sal
que escupen los ahogados
como si fuese
la sal
su última palabra.

Habría podido seguir
de no haber aprendido tanto.

A veces
es mejor no saber nada.

Y no oír el rugido de Dios. 

Loba de mar - Alción Editora (2013)